Con esta práctica diaria saldrás de casa como una guerrera, con ganas de vivir el día siendo tú, sin tapujos ni demostraciones que te desconectan de ti misma.
A medida que la practiques irás sanando tu pasado y reencontrando tus emociones reales y todo aquello que has dejado de escuchar y te alimenta el alma.
Recuerda, romper con patrones antiguos que no te dejan vivir cómo deseas no es cosa de unos días.
Tu mente necesita repetición, constancia y creer en lo que haces y sientes para flexibilizar y generar nuevas conexiones neuronales.
No te rindas ni tires la toalla, tú también puedes lograrlo mientras respires.
Regálate energía, espacio, tiempo y amor hacia ti mismo. Ya sabes, lo que das a los demás.
¡Ahora te toca a ti!!!