Creo profundamente en las personas, en la transformación —sin importar la edad ni la etapa de la vida— y en las oportunidades que aparecen cuando decides mirar hacia dentro.

No lo creo porque suene bonito.
Lo creo porque lo he vivido en carne propia.

Durante muchos años viví en una relación de pareja en la que ya no me sentía feliz, pero me costaba mucho imaginarme saliendo de ahí.
El miedo, la culpa, mis hijas, el “qué dirán”, el vértigo de empezar de nuevo…
Todo eso me mantenía paralizada.

Hasta que un día entendí que no estaba viviendo.
Estaba sobreviviendo.

Y desde ese momento, decidí iniciar un camino hacia la libertad emocional.
No fue de un día para otro. Pero fue.
Y hoy, puedo decirte que se puede.

Soy madre, abuela, y estuve casada durante 25 años.
Me divorcié después de un largo proceso de escucha, de sanación y de tomar decisiones conscientes.

He acompañado a decenas de mujeres que han estado exactamente en el mismo lugar que tú ahora:
confundidas, desgastadas emocionalmente, cargadas de culpa y sin saber cómo salir del bucle mental.

Mi misión hoy es ayudarte a encontrar esa calma que parece imposible cuando estás en medio del ruido.
A que puedas decidir —seguir o soltar— desde la paz, sin traicionarte, y sin perderte en el proceso.

A los 23 años dejé todo y me fui a México a trabajar con niños de la calle.
Siempre he sentido que la vida me pedía aprender desde dentro.
Y cuando llegó la menopausia precoz antes de los 35, entendí que también estaba aquí para abrir caminos que otras mujeres transitarán después.

Durante 14 años trabajé como educadora social con mujeres en momentos muy duros de su vida.
Y después de formarme en mindfulness, terapia sistémica, gestión emocional y otras herramientas, decidí emprender para poder acompañar desde un lugar más libre, más humano, más cercano.

No soy perfecta. No tengo la vida resuelta.
Pero sí tengo el aprendizaje y la experiencia de haber atravesado lo que tú estás viviendo ahora.

Hoy sé que no se trata solo de tomar una decisión.
Se trata de volver a ti.
Y desde ahí, poder decidir con claridad, con fuerza… y con amor.

Si te sientes perdida, en pausa, o rota por dentro, quiero que sepas que hay salida.
Y que no tienes que hacerlo sola.

 

Yo estoy aquí para acompañarte.