¿Andas o luchas con ellos? Yo también tengo miedos. ¿Te suena?: ✔️ ¿Lo estaré haciendo bien?, ✔️ ¿Seré capaz de lograrlo? ✔️ ¿y lo que quiero lograr es realista? ✔️ etc…
Y si me dejo ir en la lista de dudas, podría ir hilando un miedo con otro hasta tejer una gran manta donde esconderme y no salir nunca más.
Y sí, no pasa nada por tener estos sentimientos que te cuestionan continuamente. El miedo es algo normal en los seres humanos y no sólo eso, sino que es imprescindible.
Y tú ¿Sientes miedos? ¿Qué haces con ellos?
Ayer fui muy consciente de mi miedo, sentí que no fluía, que me estaba poniendo en alerta por algo que no me iba a beneficiar.
Hace tiempo aprendí a gestionar mis miedos a través de la meditación.
Me imagino a mi miedo como un tigre, un tigre precioso, estilizado, con un pelaje brillante y unos ojos penetrantes 🐅 . Y hablo con él.
Un día, mi tigre me desveló para qué estaba ahí siempre, expectante a lo que yo pensaba. Y me confesó:
«Estoy contigo porque debes tener miedo, y hay decisiones en las que podrías poner tu vida en riesgo. Es por éste motivo que necesitas que exista. Si no me tuvieses en tu vida quizás ya no estarías viva, y si entiendes éste primer objetivo de mi existencia, aceptarás mi presencia y hasta quizás me llegues a querer. Una vez hemos pasado de nivel, y ya no estamos hablando de tu supervivencia, de mantenerte con vida, es verdad que a menudo me muestro poco receptivo ante tus nuevas ideas y me presento sin avisar. Ahí es cuando puedes verme con otros ojos, y entender que yo no sé que más nos encontraremos si sigues a tu intuición y consciencia, pero lo que te recomiendo es que me escuches, analices, me abraces y seas tú la que me diga: No tengas miedo» juntos haremos grandes cosas.» Y en éste momento, cuando ya has tomado consciencia de que el miedo es un compañero de viaje que siempre va a estar ahí,depende de ti que puede frenarte o ayudarte,
según como lo vivas y el poder que le des de
tener la última palabra. Al avanzar con el miedo, él, al principio, caminará lento y quizás tú quieras correr, ese es un signo de que debes equilibrar tu paso, ir un poco más lenta para que el miedo pueda andar contigo. Encontrar ese ritmo intermedio entre él y tú seguramente será una manera de no frenarte ni abalanzarte, una manera de darte ese espacio tan necesario para
escucharte, pensar y decidir cuál es tu siguiente paso con el miedo como un gran aliado tuyo.
No le tengas miedo al miedo.
Aprende a hablar con él, escúchale como a un gran consejero que vela por ti y luego dale la mano y comunícale tu decisión final.
Si te cuesta vivir como te gustaría, si eres consciente de que hace años que no estás bien y que tus miedos te bloquean y que sola no logras pasar página,CONTACTA CONMIGO Y HABLAMOS
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